¿Cuándo debo empezar a extraer mi leche?
Si tu bebé ha nacido después de las 34 semanas es posible que puedas poner a tu bebé al pecho directamente, a veces poco después del parto. Si tu bebé ha nacido antes de las 34 semanas de gestación (aunque algunos bebés de 32-33 semanas o menos pueden amamantar directamente del pecho) o si tu bebé está enfermo y no puede amamantar directamente debes intentar extraer tu leche lo más pronto posible después del parto (idealmente, durante las 6 primeras horas). Para más información sobre cómo extraer y conservar tu leche puedes leer “Extracción de la leche materna” y “Manejo y conservación de la leche materna extraída”.
Si tienes que extraer tu leche durante un período de tiempo largo, es mejor si usas un sacaleches eléctrico doble. Debes extraer tu leche tan a menudo como mamaría tu bebé, es decir, cada 2 o 3 horas durante el día hasta que tus pechos se sientan “vacíos”. Al principio no es necesario que extraigas tu leche durante la noche, aunque si deseas hacerlo puedes porque esto ayudará a mantener una buena producción de leche. Sin embargo, cuando tu bebé empieza a amamantar durante el día se recomienda extraer la leche una o dos veces por la noche (pero no te preocupes si te sientes demasiado cansada para hacerlo, es importante que descanses). También es bueno las extracciones nocturnas si notas que tu producción de leche disminuye.
¿Cuánta leche debo producir?
Casi todas las madres de bebés prematuros se preocupan por si son capaces de producir una cantidad “normal” de leche. Hay muchas cosas que afectan la cantidad de la leche materna que producen, sobre todo en los primeros días después del parto.
La madre de un bebé lactante a término produce solo alrededor de 30 mls de leche durante las primeras 24 horas después del nacimiento pero por el tercer o cuarto día produce varias veces esa cantidad. Las madres de bebés prematuros con frecuencia tardan un poco más tiempo para ir de unas pocas gotas a 30 mls o más en una sesión de extracción de leche. Esto se conoce como “retraso en la aparición de la lactancia” y se relaciona más con complicaciones del embarazo, tales como reposo en cama, medicamentos para la tensión arterial alta y el parto por cesárea que el parto prematuro en sí. Nadie sabe exactamente por qué este es el caso, pero los expertos creen que las hormonas o los tejidos de la mama que fabrican la leche pueden verse afectados temporalmente por estas complicaciones y los medicamentos. Un inicio más lento de la producción de leche no significa necesariamente que una madre no vaya a producir suficiente leche para su bebé. Lo único es que puede llevarle unos días más hasta ponerse al día con las madres que han tenido partos sin complicaciones.
Lo ideal sería que al final de la segunda semana de extraer tu leche produzcas al menos 500 ml de leche cada día. Esta es la cantidad de leche que tu bebé necesita en el momento del alta hospitalaria.
A partir de entonces, tendrás que mantener o incluso aumentar esta cantidad de manera que tengas suficiente leche para alimentar a tu bebé después de que le hayan dado de alta del hospital.
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