Ante la aparición de los siguientes signos en tu Bebé consultá con tu Médico
- Color amarillo en la piel (Ictericia).
- Rechazo del alimento o succión débil y somnolencia (duerme mucho y no se despierta para las comidas o come poco y sigue durmiendo).
- Deposiciones líquidas repetidas. Por «diarreas» se entiende: deposiciones líquidas como agua, con olor fuerte (fétido) y acompañada de un descenso de peso.
- Respiración agitada. Normalmente el recién nacido respira más rápidamente que el adulto (alrededor de 40 veces por minuto). La respiración puede considerarse alterada cuando se acompaña de mayor esfuerzo de tos o con la presencia de color morado de la piel o dificultad en la alimentación. La obstrucción nasal por «resfríos» lógicamente se manifestará por un mayor esfuerzo para respirar, con «ruidos». No debe ser considerado signo de alarma pero justifica la consulta.
- Vómitos: el lactante puede dejar escapar parte de lo que comió, lo cual es característico en los bebés que comen mucho o en aquellos que se les forzó a comer más. Sólo debe ser motivo de consulta médica cuando son vómitos que se reiteran y/o se acompañan de diarrea.
- Fiebre: en el recién nacido la temperatura puede tomarse en la axila. Se considera anormal por encima de los 37º C. Ante esta situación debe primero destacarse que la fiebre no esté motivada por exceso de abrigo o que la temperatura ambiente no sea muy elevada (mayor de 26º C). De no ser así, la fiebre constituye un signo de importancia y debe motivar siempre la consulta en el Servicio o con su médico pediatra.
- Llanto excesivo: por sí solo constituye un signo de alarma. Deberá ser consultado pero no de urgencia. Existen múltiples motivos que lo causan y la mamá aprende pronto a reconocerlos y diferenciarlos (hambre, cólicos, «reclamo materno», etc.).
- Llanto débil: puede ser motivo de preocupación si se acompaña de rechazo de alimentos y succión inadecuada. Enfatiza la importancia de evaluar a los recién nacidos en su totalidad.
- La aparición de ampollas (granos de pus) que luego se cubren de costras, debe considerarse anormal y requiere tratamiento, previa consulta médica.
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