Es fundamental que tengas en cuenta que, estos primeros días, la secreción láctea será calostro, siendo muy importante que tu bebé lo reciba, ya que tiene un alto contenido inmunológico (defensas), el aporte calórico que le brinda, es suficiente, no necesitando ningún otro alimento.
Si le das pecho lograrás desde el comienzo, una relación más completa y profunda con tu hijo. El contacto corporal estrecho, la conciencia de estar logrando alimentar al bebé, proporciona una sensación de logro, de realización como mujer, absolutamente incomparable.
El amamantar, permite a tu bebé la máxima satisfacción bucal, en una etapa en que la boca es el instrumento principal para relacionarse con el mundo externo. Este contacto íntimo y la gratificación oral, constituyen elementos favorables para la correcta maduración de la personalidad.
¿Ya es hora?
Es difícil establecer un horario estricto, es frecuente que tu bebé desee succionar seguido. Recuerda que tu bebé succiona desde una etapa temprana en el embarazo.
Durante los primeros días de vida, tu bebé querrá tomar pecho a cada rato. Esto ayuda a tu cuerpo a crear una buena provisión de leche que se adecua perfectamente a las necesidades de tu hijo.
A medida que pasan los días esto se irá regulando y el bebé necesitará amamantarse con menor frecuencia, habitualmente cada dos o tres horas.
Es habitual que los primeros días el bebé desee estar más de 15 minutos en cada pecho.
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